“Hace falta una investigación sobre la historia de la bachata dominicana”

En esto coincidieron el antropólogo Raúl Zecca Castel y el sociólogo Roldán Mármol, durante el Coloquio Global “Identidad y bachata en la cultura dominicana”

 

Raul Zecca y Roldan Marmol(Santo Domingo, 23 de septiembre de 2020).- El antropólogo Raúl Zecca Castel, y el artista y sociólogo Roldán Mármol coincidieron en que hace falta una historia de la bachata dominicana, “una investigación seria” que aborde sus orígenes y transformaciones a lo largo del tiempo.

 

Los especialistas expresaron sus consideraciones al participar en el Coloquio Global “Identidad y bachata en la cultura dominicana”, organizado este martes 23 de septiembre por la Editorial Funglode.

 

La actividad fue moderada por el editor de la revista Global, Frank Báez, y transmitida a través de las plataformas Zoom y YouTube. Tuvo como base la entrevista realizada por Zecca Castel a Mármol, publicada en el número 89 de Global.

 

“La bachata se acercó a mí” expresaba Zecca Castel al iniciar su exposición, en la que relató su experiencia viviendo en un batey de la República Dominicana en el año 2013. Manifestó que en los bateyes esa música no es solo para entretenerse sino que funciona como una suerte de mecanismo de salida de la realidad pues cuando se está escuchando bachata “el pensamiento no es libre para reflexionar sobre los problemas”.

 

Al referirse a las conversaciones sobre el género musical con los residentes de los bateyes, dice que “el contenido de las letras es fundamental para hablar del valor de la bachata”.

 

“Estas personas ven su propia vida reflejada en las letras de las bachatas”, señaló el antropólogo quien destacó que el tema de las historias que se cuentan en estas canciones le dan mayor trascendencia. Narró que algunos residentes de los bateyes le contaban que se identifican con la bachata porque “hablan de nosotros, de la gente pobre, negra, afrodescendiente. De historias que nos pueden pasar”.

 

Con relación a la llegada de la bachata a Italia, dijo que “Romeo Santos es el nombre que todos deben conocer en Italia”, pues “Obsesión” fue la canción del verano el año en que salió. Subrayó que a partir de ese momento se empezó a conocer más sobre este ritmo en el país europeo y se abrieron escuelas de baile.

 

Para Mármol, “La bachata tiene un sabor particular de la dominicanidad”. Así lo afirmó al inicio del coloquio, en el que también manifestó que “en la bachata se produce una modalidad de trance emocional. Hay que entrar en su mundo para disfrutar su esencia”.

 

Frank BaezSe refirió a las bachatas de José Manuel Calderón y Luis Segura, pioneros en incursionar en este género musical, y al papel que jugó la emisora Radio Guarachita en la promoción de la bachata, resaltando el gran alcance de la radiodifusora a través de la cual se enviaban mensajes de servicio social en el país en una época en la que las telecomunicaciones eran limitadas.

 

Mencionó a exponentes importantes que impulsaron la bachata durante los años 60 y 80, entre ellos: Ramón Torres, Olivo Acosta, Bernardo Ortiz, Inocencio Cruz, Aridia Ventura, Miguelito Cuevas, Tony Santos y Marino Pérez.

 

El productor musical habló acerca de la propuesta que surgió a principio de los años 90, que permitió que la bachata empezara a llegar a otros sectores, con las producciones de Víctor Víctor, Sonia Silvestre y Luis Días, quien además introdujo la Tecno Bachata. “Después de eso llegó Juan Luis Guerra con Bachata Rosa, y la bachata adquirió otro nivel de internacionalización”, añadió.

 

Mármol ve la bachata como un elemento cohesionador de la migración, al hacer referencia a cómo la diáspora “la asume, la recrea y la devuelve”.

 

Insistió en que es importante conocer el contexto histórico, económico y social en que surgió la bachata, “como una expresión de dolor, de desgarramiento emocional, de machismo”, a la salida de un régimen de dictadura. “La bachata es un fenómeno colectivo. La provocación de una realidad creativa, de desenfreno de una sociedad que estaba cargada de esperanzas”.

 

Con cada Coloquio Global se abre un espacio para el debate entre los autores y los lectores. Esta iniciativa de la Editorial Funglode, de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), busca acercar los articulistas de cada número de la revista a sus suscriptores y público en general.